domingo, 29 de mayo de 2011

Todo se quedó en un susto y de paseo por el jardín

El viernes parecía un día normal, hasta que decidí entrar en la cocina a prepararle la merienda al Pollito. La oí trastear en en coche de paseo, a veces intenta subirse cuando quiere ir de paseo, así que me asomé a la puerta, le dije "cuando terminemos la merienda nos vamos, ahora no te subas" y la niña hizo el gesto de bajarse. Me dí la media vuelta, abrí la nevera, saqué el bote de papilla de frutas y la cerré. Y ví como la niña, se había subido al carro, se había puesto de pie, y en ese momento se echó hacia delante. Y el carro basculó. Y mi niña con él, claro.

Pasaron los peores dos segundos de mi vida, hasta que la  niña empezó a llorar a todo pulmón (no está inconsciente, y respira bien, pensé, tantos años de veterinaria de urgencias, tienen que valer para algo). Después de achucharla fuerte, y llenarnos las dos de sangre (porque sangraba por la nariz, bastante), me serené y decidí mirar "de verdad" a ver que se había hecho.

Le sangraba un poquito el labio de arriba, y se le estaba hinchando. Pero la nariz... se le estaba poniendo enorme... A Urgencias.

Lo peor de vivir en un pueblín de la Sierra, es que las Urgencias "de verdad" más cercanas están en Madrid, así que, ¡hala, a La Paz!. Cuarenta minutos de conducción, con la  niña dormitando en el coche, le quitan a uno bastante el ataque de ansiedad posttraumático, todo hay que decirlo, y para cuando llegamos a la sala de espera   el Pollito ya había dejado de llorar, y casi sonreía. En la consulta se portaron muy bien con nosotros, nos dieron un Dalsy para que le bajara un poco la inflamación y poder mirarla bien, y nos mandaron a Maxilofacial. Allí nos dijeron que es muy raro que los niños tan pequeñitos se rompan la nariz, que todavía no tienen casi hueso. Y que para casa, que volvamos en unos días, que en ese momento, con la nariz tan hinchada, que no se podía valorar bien.

En fin, pues eso, que todo se quedó en un susto. A día de hoy, mi "pequeña boxeadora" "sólo" tiene la nariz morada.

Así estaba la peque ayer por la mañana, que aprovechamos el día tan precioso para dar una vuelta por el jardín. La verdad es que no se le nota mucho, sólo que ahora "tiene nariz", que antes no tenía. Aquí la tenemos mirando a las abejitas en las salvias.
La niña con Guardabosques, mirando las abejas
Así están de bonitas las lavandas, con un montón de abejas alrededor.
Las lavandas con sus abejitas
Luego nos fuimos a mirar las botoneras
La niña con las botoneras
Hay que ver, ¡todo es interesante y hay que explorarlo!!

Pasamos por unas flores muy chulas que están saliendo ahora, no sé cómo se llaman.

Así es la flor, luego se hace como una cápsula con semillitas dentro, la agitas y suena como una maraca.
Por el camino nos encontramos con una mariquita.
Mariquita
¡La cara de asombro que puso cuando abrió el caparazón y echó a volar! La verdad es que son como un pequeño zepelín...

Guardabosques le pidió que me llevara a ver las hormigas, así que el Pollito me cogió de la mano y ¡me llevó ella solita al hormiguero!
La niña señalando hormiguitas
Pues así seguimos, "de flor en flor", y de bicho a bicho, que también le gustan. Todo es nuevo. Todo hay que invesigarlo un poquito. 
Hala, que nos vamos a investigar otro poco.

jueves, 26 de mayo de 2011

Un perro no es una flor

Perro en el jardín

Como siempre, el trabajo viene en rachas, y he pasado por una fase de "perros asalvajados en el jardín" que me tienen agotada, y con los brazos llenos de morados.

No sé qué es lo que pasa por la cabeza de algunas personas, que pasan de vivir en un piso a un chalet con jardín, y de repente su perro ya no es un perro. Es una planta.

¿Cómo que una planta? Pues sí,  porque una vez el perro está en un jardín, ¡piensan que no necesita nada más! Un poco de agua (de riego) y un plato de pienso (el abono) y ¡¡ya está!! Perro feliz.

????

Que no, señores, que un perro no es una planta. No hace la fotosíntesis, ni  nada. Un perro tiene que moverse, correr, saltar, perseguir cosas... pero sobre todo, un perro necesita COMPAÑÍA. Humana a ser posible, pero puede ser de otro perro. Y sobre todo, necesita una EDUCACIÓN básica. Lo suficiente como para que no te pegue una paliza, de la emoción de verte, claro, cada vez que sales al jardín (que por eso estoy llena de morados).

Es curioso, pero la gente se siente culpable cuando tiene un perro grande en un piso (80-100 m2), le saca a pasear tres veces al día, y el perro se queda solo en casa 8 horas. En cambio, un perro grande en un jardín, de esos metros o menos, solo todo el día, y con un paseo diario ¡es feliz! ?????

Pues no. El perro en el piso es mucho más feliz. Porque los perros son animales SOCIALES, sobre todo. Necesitan compañía. Ningún perro debería quedarse solo más de 8h. En ningún lugar. Los perros no viven del aire, y del sol. No son plantas. Necesitan ejercicio, compañía y educación.

Y si no se los das, tendrás problemas. Perros que se escapan a la que ven la puerta abierta, que saltan de superemoción cada vez que ven a sus dueños, con las consiguientes lesiones, que no saben controlar su cuerpo ni su boca (porque nadie ha jugado tanto con ellos como para que lo aprendan) que "remodelan" el jardín, que se hacen sus necesidades allí mismo (pero si casi no les sacan...). Por cierto, yo cuando llevo más de media hora en el jardín, también me da por mirar las plantas ¿a quién no? Y si haces un agujero, la tierra está húmeda y fresquita, y ya empieza a hacer calor...

Pues eso. UN PERRO NO ES UNA PLANTA. No es feliz estando solo en un jardín. Está feliz con sus dueños, jugando, corriendo, o dormitando. Pero acompañado.

Ea, ya me he desahogado, que lo  necesitaba.

¡Ah! ¿Cómo corregimos estas conductas? Lo primero, tomando conciencia de que uno tiene un perro, no una flor, y que necesita atención. Lo primero, mínimo un par de paseos diarios, con un rato de juego. Aprovechando el paseo, premiamos efusivamente cuando hace sus necesidades en la calle. Cuantos más paseos, más necesidades en la calle, menos necesidades en casa. De cajón. Luego, unos ejercicios de obediencia (en positivo) para aprender autocontrol y a comportarse alrededor de la familia. Y su rato de descanso en casa.  Con sus dueños, en el salón o en donde sea. ¿Y dormir? Mejor dentro, a ser posible en la habitación de los dueños, en el suelo (Con una manta o colchoneta, claro). Con esto, el 90% de los problemas de comportamiento, quedan solucionados.

Parece sencillo ¿no?. Pues eso me parecía a mí. Pero por lo que veo, parece que no...

lunes, 23 de mayo de 2011

¿Cómo sabemos quién tiene Teoría de la Mente? El test de Sally-Ann

Después de un año y pico adiestrando perros para ver si pasan un test de Teoría de la Mente, se me ha ocurrido pensar que "a lo mejor es mejor probar primero este test en niños que seguro que la tengan ¿no?"
Y es que si paso el test a los perros, y no me lo pasan, ¿es porque los perros no tienen Teoría de la Mente, o es que el test que hemos diseñado está mal hecho?

Pues dicho y hecho, y aquí estoy, repasando la literatura para adaptar el test a niños, primero a niños de cinco años (que deberían pasar el test sin problemas), luego a niños más pequeños (entre 18 y 30 meses, que ya veremos si lo pasan o no). Y luego en perros. Que son la gran incógnita, claro.

Pero ¿por qué digo que los niños de 5 años seguro que lo pasan y los más pequeñitos no? Bueno, porque el test clásico de Teoría de la Mente, que se lleva realizando más de 30 años, sólo lo pasan niños mayores de 4 años. El test ligeramente modificado lo pasan los niños de entre 3 y 4 años, pero los niños más pequeñitos no pasan este test.

El test Sally-Ann

Este test, desarrollado por Wimmer y Perner en 1983, es el más utilizado en la literatura. En él se cogen dos muñecas, Sally y Ann, y se representa una historia delante de un niño.

La muñeca Sally tiene una canica, una caja, y una cesta con tapa. Coge la canica, la mete en la cesta, y sale de la habitación. Entonces Ann saca la canica de la cesta, y la introduce en la caja. Sally vuelve a entrar, y el experimentador le pregunta al niño ¿Dónde buscará Sally la canica?

Si el niño tiene la Teoría de la Mente ya desarrollada, deberá decir que Sally buscará la canica en la cesta (donde ella la guardó), si no la tiene desarrollada, indicará que la muñeca buscará la canica en la caja (donde realmente está). Los niños pasan esta prueba a partir de los cuatro años, pero no antes.
El test de Sally-Ann

Parece simple, ¿no? pues no.

En un experimento posterior, Siegal y Beattie, en 1989, cambiaron sólo un elemento del test. En vez de preguntar al  niño ¿Dónde buscará Sally la canica? se le preguntaba ¿Dónde buscará Sally la canica primero? Parece un cambio insustancial, pero resultó que los niños de tres años pasaron la prueba, mientras que el test original no lo pasaban. Resulta que con éste pequeño cambio, se ayudaba al niño a "superar" sus ganas de decir en dónde ellos sabían que estaba la canica, en vez de ponerse en el lugar de Sally.

Los niños menores de tres años no han superado ninguna de estas pruebas, que requieren una comprensión del lenguaje muy desarrollada, y por supuesto ningún animal tampoco. Por eso se han desarrollado otros test, menos verbales, para comprobar si niños menores de esta edad poseen una Teoría de la Mente desarrollada. Y parece que sí, y lo contaré más adelante, que hoy ya ocupo mucho, y es lunes.

viernes, 20 de mayo de 2011

¿la Democracia es Etología? y el día del celíaco

Pues es que hoy "tocaba" entrada de Etología, pero no tengo yo el cuerpo esta semana como para eso, porque están pasando demasiadas cosas. Y luego lo he pensado, y digo yo, ¿no es la Democracia una forma de organización social? ¿y no es eso uno de los pilares de la Etología? Estudiar cómo se relacionan unos con otros los animales, ya sean humanos o no, es a lo que me dedico.

Y he estado estudiando, de verdad. A quién narices voto. Y sobre todo, a quién no. Porque es verdad, hartazgo, indignación, cansancio... pero sobre todo una sensación de que da igual lo que uno haga, que todo va a seguir igual... Bueno, pues a lo mejor no. Yo ya tenía pensado votar a partidos pequeños, tanto para mi pueblo como para mi Comunidad, pero después de todo lo que ha pasado esta semana, vamos, es que no me lo pienso más.

No dejo enlaces, porque me parece que ya todos tenemos exceso de información sobre este tema, ya sea por facebook, los blogs, los periódicos... incluso por televisión. Lo que sí os invito es a buscar la página web de ese partido político "pequeño" que os empieza a gustar, que busquéis el programa electoral, lo  leáis y les votéis con conocimiento de qué es lo que proponen, qué es lo que van a hacer. Y que vuestro voto valga para algo, y para algo con lo que estéis de acuerdo. Yo ya me he decidido. Y el domingo iré a votar. Y no en blanco, que no vale para nada.

Y en otro orden de cosas.

El día 27 de mayo es el Día Nacional del Celíaco. 


Para "celebrarlo", se están empezando a mover cosas por la red. Aquí sí que os pongo enlaces, porque aquí sí que son necesarios.

Por un lado, os pongo un enlace a una entrada de Glutoniana, "A mí no me gusta el caviar", para que os hagáis una idea de lo que nos cuesta a los celíacos llenar la cesta de la compra cada semana. Aunque la verdad, si eres celíaco, mejor no lo mires...

Desde este blog "Plataforma para una Ley Celíaca Española" se están organizando para una recogida de firmas (se necesitan 500.000 para comenzar los trámites). Me parece muy importante, es para que se haga algo con el etiquetado de los productos, con los restaurantes, con los colegios, hospitales... para que todo sea más claro, sepamos lo que podemos o no podemos comer, y sobre todo, que podamos comer tranquilos en algún sitio que nuestra casa. ¡Ah! y para hacer algo con esos precios, bajar el IVA de nuestros productos (ahora es el de "lujo", un 18%, que manda huevs), dar subvenciones... algo...

También puedes unirte al grupo de Facebook "500.000 firmas para crear la Ley Celíaca Española", pincha y únete.

¡A moverse! ¡A votar!
Nosotros somos el "Pueblo", ¿a que no te acordabas?
Pues algo tiene de bonito la Democracia, y es que moverse cuesta, ¡pero PODEMOS!!!

viernes, 13 de mayo de 2011

Bizcocho de plátano y sirope de arce "con ángel"

Bizcocho de plátano y sirope de arce

Llevo varios días dándole vueltas a qué receta hacer para el HEMC#54, que significa "Hecho en mi cocina" y es una invitación a cocinar y publicar una entrada, con un tema común para todos los blogs que se apuntan. El de este mes es "inspiración", y se trata de hacer una receta inspirada en una película, una canción, un libro... Desde el principio tuve claro en qué película quería inspirarme, porque la volví a ver hace unas semanas, y el tema me lo recordó.

La película en cuestión es Michael, se trata de una peli de 1996 sobre unos reporteros (Andie McDowell y William Hurt) de un periódico de mala muerte que van a entrevistar a un ángel que ha aparecido en un pueblito perdido.

No sólo sale John Travolta haciendo de ángel, encantador, bailando, y ligándose a toda mujer con la que se cruza, es que Andie McDowell resulta que no es reportera, que es adiestradora de perros (y todo el rato les acompaña un Jack Russell precioso).

 Por si fueran pocos elementos para que me gustara la película, resulta que uno de los atractivos de Michael es que ¡huele a pastelitos! Durante todo el metraje, las mujeres le siguen a todas partes, como embobadas, y cuando piensan en el por qué, todas están de acuerdo: "huele a bollitos". 
Así que me animé a buscar una receta de bollo, que tuviera un puntito americano, y que oliera fenomenal mientras se hacía en el horno. Y sin gluten y sin lactosa, claro. Me he inspirado en una receta de Glutoniana, pero le he dado mi toque personal. Ahí va:

Receta de bizcocho de plátano "con ángel":


Ingredientes:
- 3 plátanos, mejor bastante maduros
- 225 gr de harina sin gluten (Panificable Manacel, en mi caso, que era la única que me quedaba en casa)
- 2 cucharadas de levadura de repostería (Hacendado, sin gluten)
- 210 gr de azúcar
- 40 gr sirope de arce
- 2 cucharadas de postre de canela
- 140 ml leche (sin lactosa)
- 100 ml aceite oliva suave
- 2 huevos

La receta es bien simple. Se junta todo y se mezcla bien, en mi caso en la thermomix, 1 minuto velocidad 6.  Se pone en un molde engrasado, y se mete en el horno precalentado a 180ºC, a mí me tardó casi una hora, pero depende mucho del horno.

La verdad es que subió muy bien, aunque al sacarlo bajó mucho. Ha quedado muy blandito, esponjoso y húmedo. ¡Y la cocina huele a bollitos!

Corte del bizcocho
Así ha quedado al corte:










Y está muy rico... me voy a hacer un Nesquik, y a zamparme un trozo, que calentito está muy rico.



jueves, 12 de mayo de 2011

Mi niña no me duerme

El Pollito zascandileando en su cuarto

Pues eso. Que llevamos unos días que vamos fatal, Pollito no duerme más de tres horas seguidas, se despierta a las 4 y no se vuelve a dormir hasta las 5:30... vamos, que no podemos más. Tres días zombies, y varios sustos en la carretera después, y la niña ha vuelto a dormir al cuarto con nosotros. Pues ni por esas. Ayer estuvo lloriqueando desde las 3:30 hasta las 5 o así. Llora, la tranquilizas, se duerme, diez minutos, llora, se tranquiliza, se duerme, diez minutos... hora y media de niña trepándose por nuestros cuerpos en la cama, retorciéndose, y dando patadas.

Mira que le hemos puesto el cuarto bonito, enseñado a dormirse solita (ya a la hora de acostarse la dejamos en la cuna solita y ella se duerme sin rechistar), y que ya está destetada del todo. Ni aún así. No es verdad que cuando se destetan duermen del tirón. Os lo digo yo. Serán los dientes, o retortijones, o mamitis porque yo he estado trabajando más (bueno, eso no, que ni abrazada a mí duerme).

Ya llevaba ella más de un mes en su cuarto, estuvimos Guardabosques y yo turnándonos a dormir con ella en una camita a su lado, hasta que parecía que se había acostumbrado. Luego ya nos vinimos los dos a nuestra cama, y Pollito sólo se despertaba como una vez en toda la noche. Y le decías "sh, sh, a dormir", ¡y se dormía!. Pues ya no.

Así que en unos diítas no voy a escribir nada en el blog. Que no me llega la neurona para decir nada interesante. Bueno, que no me llega la neurona para nada, que hoy he ido a ver a un cliente, y  he recorrido cinco km antes de darme cuenta de que iba en dirección contraria... un desastre.

Me voy a dormir, buenas noches.
Por cierto, el cuarto lo pinté yo. Se admiten encargos.
¡Ah! y para la foto he intentado encontrar una en que la niña saliera durmiendo. Je, je.

viernes, 6 de mayo de 2011

Clicker training! (¿Eso qué es lo que es???)

El clicker
Hace ya bastantes años que comencé a adiestrar, y supongo que empecé como casi todo el mundo. Mi perro, un libro con el "método tradicional" y una correa. En aquél momento mi perrita actual, Tosca, acababa de llegar a casa. Con el método "tradicional" aprendimos las dos un montón de cosas, pero había algo que no me encajaba. Tosca obedecía, pero sólo después de mucha presión, y siempre a regañadientes (siempre ha sido bastante cabezota). Se notaba que respondía a lo que le mandabas, pero por obligación y sin ningún interés. Entonces me apunté a un curso, en la escuela Bocalán (deBocalán en aquel entonces), sobre métodos de adiestramiento. 
En este curso se explicaban varios tipos de adiestramiento, el tradicional de "te-coloco-tiro-de-la-correa-digo-buen perro", el adiestramiento de perros de trabajo policial "durante-cinco-minutos-todo-es-juego-intenso", de defensa "la-manga-es-tu-presa-ve-y-cázala". Pero la mayor parte del curso consistía en aprender una técnica "nueva", que se estaba empezando a utilizar con los perros de asistencia: el adiestramiento con clicker.  Los ojos se me abrieron, la técnica era fácil, y tenía sentido tanto científicamente como "emocionalmente". Mi perra empezó a obedecer rápido, con alegría, disfrutaba del entrenamiento y "pedía más". En quince días su carácter cambió, se hizo más alegre, mejoró nuestro vínculo, y la perra se emocionaba cada vez que  hacíamos una sesión.
Y hasta hoy. 
He utilizado el adiestramiento en positivo, el clicker, con muchísimos perros, tanto adiestrados previamente con el método "tradicional" como sin ningún tipo de educación. Los resultados son maravillosos, en algunos casos espectaculares. Es como si una bombilla dentro del cerebro del perro se encendiera, el perro comenzara a comprender lo que le pedimos, y de ahí empezara a "flipar" con todo lo que puede hacer (¡y recibir un premio a cambio!). Os lo recomiendo a todos. 


Pero ¿qué diablos es el clicker?
El clicker es una cajita de plástico con una lámina metálica en el interior, que al presionarla con un dedo hace “click-click”. Es la típica ranita que usan los niños para jugar. Produce un sonido distintivo, neutro, que es difícil que el perro escuche en otro contexto que no sea en nuestro adiestramiento. Este sonido en sí no tiene significado alguno para el perro, por eso la respuesta positiva ha de ser condicionada.

¿Cómo funciona?
Para que funcione, debemos "cargar el clicker" mediante condicionamiento clásico. Lo que hacemos es seguir el mismo método que usaba Pavlov: Pavlov tocaba una campanita, y daba de comer a un perro. Al cabo de cierto número de repeticiones, al oír la campanita el perro salivaba: es decir, el perro había aprendido que el sonido de la campana predecía la llegada de la comida. Esto mismo es lo que hacemos con el clicker, mediante repeticiones conseguimos que el perro asocie el sonido “click-click” con la comida que le ofrecemos, y que adquiera un significado positivo, para el perro querrá decir “muy bien, premio”.
Cargar el clicker, mediante condicionamiento clásico

¿Y por qué no usamos la voz?
Mucha gente piensa que el uso de la voz, como decirle al perro “muy bien” o algo por el estilo, significa lo mismo para el perro que el clicker. Pero esto no es cierto. Cada vez que decimos “muy bien”, lo decimos con un tono de voz distinto. A veces estamos afónicos, o estamos algo enfadado y no nos sale una voz alegre, o lo decimos más rápido o más despacio. El resto de las personas del entorno pueden adiestrar al perro y darle órdenes, y su “muy bien” no sonará exactamente igual. Además, cada “muy bien” no va seguido de premio. A veces decimos esas palabras y nada más, a veces damos una caricia, o damos comida. Para el perro no tiene un significado claro. Además, son dos palabras de uso muy corriente, que utilizamos en el habla diaria entre las personas. El perro puede escucharla sin estar apareada con ninguna acción dirigida a él, y pierde su significado. En cambio, el clicker es siempre igual. Siempre hace el mismo sonido, que es perfectamente reconocible, y que es muy improbable que el perro escuche en otro contexto. Además, SIEMPRE va seguido de un premio de comida, así que es un predictor perfecto del premio. Así es una señal clara e inconfundible de que el perro ha hecho algo bien y va a ser premiado por ello.

¿Y ahora qué?
Ya tenemos a un perro que sabe que en el momento que escuche un click, va a tener un premio. Ahora podemos utilizarlo para premiar aquellas conductas que nos gusten de nuestro perro, o que queramos enseñarle. Cuantas más veces premiemos una conducta de nuestro perro, más veces la realizará, porque así es como funciona el aprendizaje.


Y éste es el principio del principio del aprendizaje con clicker. ¿Hasta dónde podemos llegar?



martes, 3 de mayo de 2011

Que por mayo, era por mayo

Caléndulas de color naranja en mi jardín
Que por mayo era, por mayo, 
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan 
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria 
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados 
van a servir al amor; 
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuándo es de día 
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla 
que me cantaba el albor.
Matómela un ballestero; 
déle Dios mal galardón.
(Romance español anónimo, 
en "Flor nueva de romances viejos" Ramón Menéndez Pidal)

Si es que sale un rayito de sol y me emociono...

Hoy me han cancelado una consulta por la mañana (qué mala que está la crisis) y he tenido la mañana "libre". O sea, para hacer labores del hogar. Pero me ha dado tiempo a darme un paseíto por el jardín, y hacer unas fotillos, que está todo muy requetebonito.

Abeja libando en flor de celinda
La celinda ha florecido este año a lo bestia, después de que el año pasado le metiéramos una poda muy considerable. Huele fenomenal, y hay un montón de abejitas atareadas a su alrededor.
Flores moradas en la hierba
Hay una zona del jardín que tenemos asalvajada (bueno, la mayoría) y en la hierba (mejor dicho, pasto) salen estas preciosas flores moraditas. Ni idea de qué son, pero queda precioso.

Gato Mi mirando una amapola
La gata Mi se ha venido de paseo, y a posar.

 Codeso florecido
Los codesos y las retamas también han florecido, todas de amarillo. Tenemos varias especies, porque Guardabosques colecciona especies autóctonas, coge semillas del campo y planta. Requieren menos agua, y se dan fenomenal. Aparte de las retamas y codesos tenemos lavandas, tomillos y santolinas (de aromáticas) una jara, y varios árboles, sabina, enebro, castaño, roble... así, un variadito, vamos.
Rosas rojas
Las rosas han empezado a salir ya también, éstas son arbustivas, también tenemos algunas trepadoras. Si os digo la verdad, una de las razones para comprar esta casa, fue que tenía unos rosales trepadores estupendos, con unas rosas rosa pálido de tamaño descomunal. Fue una lástima que al hacer la obra tuviéramos que quitarlos, pero ya hemos plantado otros en un muro, para reponer. 
Rosa rosa
Éstas son las rosas "de reposición". Parece que han enganchado bien, y tienen una forma y un color que me encantan.
¡Ay, pero qué bonito está el campo en primavera!

domingo, 1 de mayo de 2011

"Ya sé comer solita" o su regalo para el día de la madre

Pues allí estábamos celebrando el día de la madre con la suegri, en un restaurante de ésos que son "restorán", porque son muy finos, con muchos camareros muy agradables, y muchas cosas ricas de comer... sobre todo marisquito y pescadito del bueno...

El camarero, muy solícito, me trae el potito de la niña, calentito y puesto en un bellísimo plato. Cojo la cuchara, se la acerco a la niña... y el Pollito que se pone a berrear como si le estuvieran matando. Un montón de ojos se dirigen hacia nosotros, mientras la niña echa lágrimas como si tuviera una fuente detrás de los ojos y se desgañita viva. ¿Pero qué le pasa?

Pasado el momento de pánico inicial, visto que la comida no estaba muy caliente, que no tenía sed, y que todo lo demás estaba bien... le doy la cuchara. El Pollito sonríe, coge la cuchara, y ¡se pone a comer! ¡Ella sola!

Parecerá una tontería, pero es que con la cuchara es la primera vez que lo hacía (y sí, tenía que elegir como día de pruebas el día que sales a comer al restaurante bueno, qué sentido de la oportunidad...). Antes sí que había comido cositas que ella solita pinchaba con el tenedor, pero con la cuchara no... que se le caía por todas partes, no le gustaba...

Pues ahí está el documento gráfico, mi niña comiendo por primera vez sola su puré, sin querer nada de ayuda, y con un montón de toallitas húmedas repartidas por su cuerpo y por el mantel (menos mal que cuando le dije "en el restaurante los niños comen con babero, si no hay babero no hay comida" coló y no se peleó con él, que pensé que iba ser lo siguiente, que es que lo odia).


Y éste es el segundo vídeo, comiendo rodaballo con el tenedor, pidiendo agua, y bebiendo ella sola. La tapita del vaso es por que no llevábamos muda suficiente, que ella prefiere el vaso "a pelo" o la copa de mamá, pero sin ayuda no nos atrevíamos, que se ducha cada vez.


Ha acabado comiéndose como la mitad del potito (la otra mitad, en esparcimientos varios), un trocito de rodaballo, y un montón de helado de vainilla de su padre, que como es Intolerante, pues no se lo podía comer todo él. Todo un éxito.

¿A que está monísima? Si es que crecen...
Y ése ha sido su regalo más bonito del día de la madre
¡Feliz día a todas!